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Los debates más controvertidos sobre el campo

 

En una semana donde el tema de la aplicación de agroquímicos volvió a estar en el centro de la escena, repasamos los tópicos más controvertidos que se plantean desde la opinión pública hacia el campo.

Que el sector agropecuario es uno de los más importantes del país, no está en duda. Esto hace que esté presente, y cada vez con más notoriedad, en cada debate que se presenta desde una mesa familiar hasta en los lugares de análisis más académicos, científicos y políticos.

Así es como en los últimos años se empezaron a instalar distintas miradas sobre algunos tópicos puntuales, los cuales repasamos a continuación desde la opinión de un productor y representantes de instituciones.

¿Los que tienen campo son todos ricos?

Uno de los temas que surge con mucha frecuencia es la idea de que los productores agropecuarios poseen una muy buena situación económica. En relación a esto, dialogamos con el vicepresidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y productor agropecuario, Norberto Niclis, quien argumentó que muchas veces se da esta apreciación porque se ve al productor manejando “lindas camionetas”  o por el solo hecho de ser propietario de tierras que tienen mucho valor y otros elementos necesarios para desarrollar la actividad (tractores, maquinarias, etc).

“El campo, por ejemplo en la pampa húmeda, vale mucha plata, pero el productor no siempre lo tiene disponibilizado para vender. La economía que maneja quien produce tiene que ver más con los insumos que se ocupan en el campo y con el valor de la cosecha, que es siempre a riesgo”. También argumentó que hoy el 50% de la propiedad no está en manos de gente del sector y esto le genera un costo adicional de arrendamiento a quién produce. Por último añadió que los vehículos doble tracción se utilizan para trabajar y son una solución a los caminos deteriorados.

En relación al stock de granos que también es criticado por algunos sectores o visto como una “acumulación de riqueza”, Niclis explicó que muchas veces los productores tienen cosecha de la campaña anterior porque es una manera de resguardarse ante un mal año, ya que la producción es a cielo abierto y depende del clima que hace que la productividad sea casi impredecible y aseguró que la mayoría de los productores están endeudados por la carga impositiva del sector. De hecho de un informe de CAFMA se desprende que la presión tributaria representa el 40% del valor de una máquina..

¿La producción agrícola es un agente de contaminación?

Existen diferentes voces respecto a este tema, incluso esta semana se presentaron dos proyectos de Ley para restringir su uso, uno en la provincia de Santa Fe y otro a nivel nacional.

Están quienes los califican como un agente de contaminación y quienes sostienen que no son tóxicos y que no perjudican si están bien aplicados.

Ante estas afirmaciones, el vicepresidente de ACA comentó que “de un día para el otro, para la opinión pública, el campo pasó de ser un área con aire limpio a ser contaminante de las ciudades” y aseguró: “ El campo sigue siendo un lugar de aire puro y propicio para vivir”.

“Los productos que se utilizan para las plagas son los que se utilizan en los hogares. La gente de campo cuando ve eso se agarra la cabeza, porque sabemos que no se deben aplicar en ambientes cerrados y con las concentraciones que se venden”, expresó el productor y agregó que en Rosario hay un centro de toxicología con datos que revelan que el mayor ingreso por intoxicación proviene de las urbes y no de la zona rural.

Según el instituto privado de Toxicología, Asesoramiento y Servicios (TAS) el 42 por ciento de casos notificados refiere a intoxicación a través de medicamentos, el 20 por ciento proviene de productos de hogar y entretenimiento y apenas el 12 por ciento corresponde a plaguicidas. Estos últimos remiten tanto a productos domésticos (domisanitarios) como sustancias para el agro (fitosanitarios).

El médico toxicológico y director del TAS, Alexis Benatti, expresó en un informe presentado en 2017 ante la comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que de esa cifra el 26 por ciento corresponde a productos de aplicación en la agricultura y el 74 por ciento a domisanitarios (Ver Informe del Sr. Benatti)

¿El campo solo trabaja dos meses al año?

A veces da la impresión que para quién no conoce esta actividad, el productor trabaja solo durante los días de siembra y cosecha, y que durante el resto del año tiene el tiempo libre.

Ante estas afirmaciones, Niclis expresó: “Se está permanentemente buscando la sustentabilidad en los cultivos y en muchos casos se llegan a realizar siete producciones en un año (soja, maíz, trigo, girasol, algodón, caña de azúcar, forrajes). La actividad agrícola no se limita a los días de siembra o cosecha. Para tomar cada decisión se tiene que tener en cuenta el clima, los precios, el estado del suelo, los ataques de plagas, entre otros, que exigen un seguimiento permanente del cultivo y recorrida de los lotes.”

Además, el productor agregó que la gente de campo tiene que tener”percepciones especiales” y profesionalismo porque trabaja con seres vivos y ambiente dinámico.

¿La siembra directa es la causa de las inundaciones?

Desde hace unos años esta práctica de laboreo también surge en cada debate que se da en torno a la producción agrícola. Respecto a este tema, el productor consultado comentó que, en realidad, la siembra directa fue el primer método utilizado para trabajar el campo y que luego vinieron las tecnologías para mover la tierra. Pero añadió que volvieron al sistema anterior ya que se rompían las estructuras de los suelos.

Aapresid, institución referente en esta temática, asegura que esta forma de labranza ayuda a prevenir el excedente de agua. Pedro Vigneau, presidente de la institución, afirmó en un comunicado de la entidad que este sistema no remueve el suelo y lo mantiene cubierto con residuos de la cosecha anterior y mejora las condiciones para amortiguar la caída de la lluvia y hace que el suelo se convierta en una “esponja” que absorbe y guarda el agua de lluvia.

Por su parte, el ingeniero José Luis Tedesco, miembro de la Comisión Directiva y de la Regional Aapresid Chacabuco, en el mismo comunicado explicó: “La aplicación de la siembra directa en el tiempo fomenta la creación de pequeños canales internos en el suelo por acción de insectos, lombrices, raíces y raicillas formando una especie de túneles, que permiten la absorción, infiltración y almacenaje del agua de lluvia”. En esta misma línea, el vicepresidente de ACA añadió que, al no dar vuelta el pan de tierra, el suelo tiene mejores condiciones, acumula nutrientes y microorganismos.

Por último, agregó: “Siempre existieron ciclos secos y húmedos, incluso antes de la soja. Igualmente, de que tenemos que cuidar el monte y no hacer monocultivo estamos de acuerdo, pero la forma de labranza no es la culpa de la seca o las inundaciones. Esto tiene que ver con los ciclos naturales de la tierra”.

Al menos así lo indica también un informe de FIUME: “Las condiciones climáticas pueden estar influenciadas por dos tipos de regímenes, uno húmedo (hemiciclo húmedo) y otro seco (hemiciclo seco), que tienen lugar cada 50 años. (Blotta L. 2008)”.

En conclusión, el debate en torno a estos temas seguirá instalado en la opinión pública, lo importante es poder llegar a consensos con la mayor objetividad posible, desmitificando el campo por un lado y replanteando desde este sector lo que sea necesario para asegurar producciones sustentables ante una sociedad que así lo exige.

 

 

FUENTE: Por Agrofy News

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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